Poesías interrumpidas por paisajes verdosos,
niños descalzos
y nuevas fronteras que se esperan cruzar.
Habiendo dejado el erotismo del verde selva,
el rojo térreo
y las aguas que curvas son danzantes.
La humedad enseña que los límites de la piel son ficticios,
Y sólo restan los ojos,
como constantes testigos de amaneceres,
Atardeceres,
piernas y manos que se tocan,
se saludan.
Un cabaret de lenguaje,
Bandoneón-mirada-licor
Y sombras que recortan
triangulares rostros.
Se pianta la milonga,
se ensartan los dedos en el instrumento,
de un ojo cuadrado se derrama una lágrima hexagonal,
y de labios rectangulares saldrán voces zigzagueantes.
Dirán lecturas de mapas quebradizos,
donde se caen las montañas por el oeste,
y se tuercen los ríos buscando el lejano mar
con el íntimo anhelo de retornar
a aquella antigua y eterna unidad de las aguas.
Así, lentamente…
el rojo térreo
y las aguas que curvas son danzantes.
La humedad enseña que los límites de la piel son ficticios,
Y sólo restan los ojos,
como constantes testigos de amaneceres,
Atardeceres,
piernas y manos que se tocan,
se saludan.
Un cabaret de lenguaje,
Bandoneón-mirada-licor
Y sombras que recortan
triangulares rostros.
Se pianta la milonga,
se ensartan los dedos en el instrumento,
de un ojo cuadrado se derrama una lágrima hexagonal,
y de labios rectangulares saldrán voces zigzagueantes.
Dirán lecturas de mapas quebradizos,
donde se caen las montañas por el oeste,
y se tuercen los ríos buscando el lejano mar
con el íntimo anhelo de retornar
a aquella antigua y eterna unidad de las aguas.
Así, lentamente…