Comunicado N° 1
Siendo
la noche generosa para la interrogación, este ente que es Cosechando Relatos y Colores se ha encontrado frente a diatribas
del orden político cultural que lo han llevado a doblarse, estirarse, darse
trompos y trenzarse como una abundante anaconda. Entonces resultó que el acto
de cosecha, que era parte de la esencia denominativa de este proyecto, parecía
un gesto limitado a la recolección, a eso de juntar, levantar del mundo sus fragmentos
brillosos, componer collage de mariposas, retratos y atardeceres que
encandilan.
Por
tanto, entendiéndose que la esencia del ente trasciende los aspectos contemplativos
y recolectores, que el instinto es
mayormente interventivo, de santa violencia creadora, de felino andar por
aquella selva que es el entretejido cultural, el nombre resulta insuficiente.
De
lecturas promiscuas, debates entre estrellas y largas rutas, surgió una nueva
forma de nombrarse, con la que el ente dibujó una sonrisa en su ser, se estremeció
al nombrarlo y glorificó el acto imprudente de gritar, reír y pronunciar la
mágica audacia de la imaginación.
Así,
la mutación se hace inevitable, y las letras, símbolos sonoros que dan cuenta
de aquello que las rebalsa, han decidido recomponerse, expulsar algunas e
invitar nuevas. Brota, como las flores de alguna laguna azul, un nuevo nombre.
Señoras
y señores, a ustedes se presenta, con un gesto de arlequinado saludo,
Bandolerxs Culturales.
Que
sea el espíritu bandido el que nos guíe, y nos permita cosechar y sembrar, con
desparpajo y pasional inocencia, esos vientos que andan sueltos y nos regalan
una sonrisa en cada paso.
¡Alegría! El
Prurinacional país de hermanos y hermanas bolivianxs se asoma al paso del
Caracol y de este ente que transmuta y se autodenomina: Bandolerxs Culturales